Los centros sociosanitarios son lugares donde habitualmente se cuida de personas en final de vida. Es una realidad y se debe, en primer lugar, tomar conciencia de esto para poder integrar los cuidados paliativos en su manera de atender y acompañar a los residentes.

El ingreso en un centro, la institucionalización, supone, por un lado, una ruptura con la vida anterior (horarios, rutinas, maneras de vivir) y por otro lado, ocurre en una época donde con frecuencia aparecen dependencia y enfermedad, siendo la vejez una época vital de reconfiguración personal.

Ingresar en un centro sociosanitario supone abandonar la casa de uno, compartir espacios y vida con otras muchas personas más que de inicio no conocemos. Por el mero hecho de ingresar, el rol en las relaciones personales suele variar, situáando a la persona que ingresa en un rol de “persona dependiente”. Esto supone un cambio, un duelo que en muchas ocasiones, además, se vive con la sobrecarga de una o varias enfermedades que también obliga a resituar la vida y el sentido de ella.

Por todo esto, Arinduz cree que los profesionales dedicados al cuidado de personas en situación de institucionalización deben formarse en la mirada paliativa, integrandola con el nuevo modelo de cuidados basado en la Atención Centrada en la Persona, implantando la perspectiva ética en todas sus actuaciones.

Para ello, Arinduz adquiere el compromiso de, en primer lugar, trabajar para conocer la situación del sector sociosanitario con respecto a recursos, equipos, formación y sobre todo, cultura paliativa. En segundo lugar, detectar las fortalezas y los déficits existentes y por último, en crear sinergias de trabajo en colaboración con las instituciones y diferentes entidades. Todo esto para ayudar a los centros sociosanitarios a cuidar y acompañar a los residentes en su final de vida, desde su dignidad, apoyando la realización de sus valores como persona hasta el último día, pudiendo anticipar y planificar el tipo y modo de cuidados y posibilitando, además, que cuando eso llegue, puedan transitar su final acorde a cómo ha sido su vida y acompañados de aquellas personas que deseen, apoyando a éstas a su vez en el durante pero también en el duelo posterior.